En los centros educativos tanto de Primaria como de Secundaria sus docentes o equipos psicopedagógicos detectan estudiantes con altas capacidades. Las familias que piensen que su hijo/a puede tener altas capacidades pueden requerir una valoración a su centro escolar.

 

Los estudiantes que tienen altas capacidades pero no son detectados pueden presentar ciertas dificultades en las diferentes etapas educativas e incluso pueden terminar abandonando los estudios superiores.

 

Algunas de las consecuencias que tiene para el estudiante y su familia  permanecer en el sistema educativo sin una adaptación curricular adecuada a sus capacidades son: desmotivación, frustración y decepción en clase, absentismo, baja autoestima, dificultades de atención, exclusión, problemas de conducta en el aula (a veces negativista-desafiante), dificultades en las relaciones sociales y abandono escolar, entre otros.

 

Para los/las estudiantes que son diagnosticados/as, se puede elaborar un plan de intervención apropiado o incluso solicitar que al alumno se le promocione de curso para evitar dificultades.

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